Internet: las webs del ombligo

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A menudo cuando una empresa se dispone a crear una web, piensa sobre todo en el diseño y no tiene en cuenta el poder de las palabras.

Sin embargo, las palabras son fundamentales para que los visitantes se interesen por tus productos y servicios.

Para que una web venda, su texto tiene que tratar los temas que interesan a los visitantes.

Parece obvio, ¿no?

Sin embargo, la inmensa mayoría de las webs no cumple con esta norma básica.

¿Por qué?

Porque están escritas desde el ombligo.

Porque están escritas desde el punto de vista de la empresa, no del cliente.

Porque en las pequeñas y medianas empresas (pymes) es común que el propietario escriba el texto o, si lo delega en otra persona, introduzca cambios sustanciales.

Porque la empresa es como su hijo.

Puede que este sea tu caso, y  estés acostumbrado a que amigos y familiares estén encantados de escucharte cuando cuentas que tu niño es el más guapo, el más listo y el más bueno.

Pero los clientes no.

Quienes no lo entienden, publican textos escritos desde el ombligo, que explican qué hacemos, cómo lo hacemos -a menudo con muchísimo detalle- la historia de la empresa, etc. pero olvidan lo fundamental: los beneficios que el producto o servicio tiene para el cliente.

Pero los clientes quieren soluciones.

Por eso, no les cuentes en detalle cómo creaste tu empresa, ofrece garantías.

No les digas que tu almacén tiene tropecientos metros cuadrados, explica que tu sistema logístico pondrá el producto en sus manos en menos de 48 horas.

Conseguir esto no es tarea fácil, ni está al alcance de todo el mundo, sobre todo cuando se trata de algo muy personal, cuando la empresa es como tu hijo.

Y los clientes no perdonan, los clientes compran soluciones.

Por eso, cuando proyectes tu nueva web recuerda el poder que tienen las palabras y confíalas a profesionales.

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