Parece que Alberto Contador ya es el virtual ganador del Tour de Francia, confirmando así, una vez más, la calidad del ciclismo español. Sin embargo, más allá del deporte de elite, las bicicletas se echan en falta en la vida cotidiana española. También en los negocios.
Llegar a los niveles de Holanda, donde la bicicleta forma parte de la vida, quizá sea una meta demasiado ambiciosa. Pero se trata de un ejemplo a seguir.
España es el único país de la Unión Europea que no tiene un plan nacional de la bicicleta, ni parece que lo vaya a tener en un futuro próximo. Pero sí hay ayuntamientos que están creando carriles bici y ofrecen bicicletas en préstamo o alquiler.
También hay emprendedores que basan su negocio en la bicicleta. A las tiendas y talleres de reparación, se han agregado los servicios de mensajería -muy castigados en todo el mundo, primero por la aparición del fax y luego por el correo electrónico-, los servicios turísticos, de bicitaxis y de aparcamientos para bicicletas.
Incluso hay grandes empresas como Telepizza que han incorporado las bicicletas a su organización para ahorrar dinero en los repartos y ofrecer una imagen más ecológica.
La crisis está dejando a millones de personas en el paro. Seguramente, algunas de ellas encontrarán en la bicicleta una salida a su situación.
Porque montar un negocio basado en la bicicleta no requiere grandes inversiones, de lo que se trata, como en otras actividades, es de diferenciarse, de ofrecer un servicio diferente, para que el negocio marche sobre ruedas.
¿Te gusta este artículo?
Entonces suscríbete a nuestro boletín y recibirás gratis información premium para tu negocio y ofertas exclusivas.
