Una de las más importantes razones por las que compramos un producto es lo que dice de nosotros. Y cuando un producto consigue convertirse en un símbolo de éxito puede aumentar sus ventas en plena crisis económica. Un buen ejemplo es el whisky, cuyas exportaciones aumentaron en un 23% en solo un año.
Y no se trata de una excepción porque 2011 fue el séptimo año consecutivo de aumento de las exportaciones de esta bebida, que aportan casi 160€ por segundo a la balanza de pagos de Gran Bretaña.
Rosemary Gallagher de la Scotch Whisky Association explicó a theguardian que los profesionales exitosos de países cuyas economías están experimentando un rápido crecimiento están desarrollando un gusto por el whisky y lo ven como algo de moda y un símbolo de estatus.
Buenos ejemplos son Brasil y Taiwan con aumentos del 48% y el 45% respectivamente.
Las exportaciones de whisky también pueden servirnos como indicador de la situación económica de un país, así como decíamos han subido un 48% las destinadas a Brasil, un 45% las que van a Taiwan, un 44% las de Singapur, mientras que las exportaciones a España bajaron un 3%.
Conseguir que nuestro producto se convierta en un símbolo de estatus es un objetivo muy difícil de lograr y que el whisky escocés consiguió manteniendo la elaboración tradicional, pero aceptando y promoviendo nuevas formas de consumo adaptadas a los gustos de los diferentes mercados.
Fuente: Scotch Whisky Association.
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