En diciembre de 1995 en España muy pocos teníamos acceso a Internet. No había tarifa plana ni banda ancha y el acceso era leeeeeeento y caro. Y por supuesto, Google no existía.
Por eso, para encontrar lo que necesitábamos debíamos usar distintos buscadores -como Lycos, Excite o Yahoo- y dedicar un tiempo que hoy sería impensable.
Así que cuando apareció un nuevo buscador que nos facilitaba las cosas y nos ahorraba tiempo, porque tenía indexadas nada menos que veinte millones de páginas, comenzamos a usarlo a diario.
Se llamaba AltaVista y dentro de solo unos días, el próximo 8 de julio, desaparecerá.
¡Todo en 18 años! O un poco menos, para ser exactos.
De los cuales apenas unos pocos años fueron de puro éxito, porque cuando apareció Google, a finales de septiembre de 1998, arrasó.
Lo que hacía a Google diferente y mejor era que ordenaba sus resultados de búsqueda por relevancia, gracias a su PageRank, un sistema que dicen que sus creadores -Larry Page y Sergei Brin- intentaron sin éxito vender a Altavista.
Quizá si los directivos de Altavista hubieran comprado el PageRank hoy seguiríamos usando Altavista y Google no hubiera nacido.
Pero eso es pura especulación.
Lo que sabemos a ciencia cierta es que el período de éxito de AltaVista apenas duró tres o quizá cuatro años, aunque su vida se prolongara algo más.
Un ejemplo más de lo rápido que van las cosas en Internet.
Y otra demostración de que para mantener el éxito en Internet hay que innovar constantemente y estar abierto a todo tipo de propuestas.
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