Comprobar obsesivamente que todo funciona correctamente en una tienda online está muy bien, sin embargo hay un factor muy importante que a veces no se tiene en cuenta y que puede significar la diferencia entre el desastre y el éxito.
Hace años, cuando el comercio electrónico estaba en pañales, nos pidieron que contribuyéramos a promocionar una tienda online. Después de estudiar el caso realizamos varias acciones.
Poco después, al llegar las fiestas de fin de año, empezamos a pensar en nuestros regalos y como solemos hacer, buscamos entre nuestros clientes alguna propuesta interesante.
Así vimos que aquella tienda online de la que hablaba al principio ofrecía unas tentadoras cestas que combinaban alimentos de calidad con artesanía tradicional. Así que elegimos varias y las enviamos a ciertos clientes.
Pasados unos días y al no haber recibido comentario alguno, llamamos a nuestros clientes para ver qué les había parecido nuestro regalo…y descubrimos que todo había llegado en pésimas condiciones, que en las cajas se mezclaban los trozos de cerámica rota con los granos del mejor arroz.
Un verdadero desastre.
¿Qué había ocurrido?
Que en la tienda online improvisaron el embalaje y lo enviaron con funestos resultados.
Llovieron las quejas, con toda razón.
¿Cómo evitar este desastre?
Sencillamente probando y comprobando que los envíos lleguen correctamente:
- Seleccionando el embalaje.
- Eligiendo una buena empresa de transportes.
- Haciendo varios envíos de prueba para comprobar que todo llega correctamente.
Esa es precisamente la prueba de fuego imprescindible para tu tienda online. Hazla antes del lanzamiento y comprueba periódicamente que los envíos llegan en buenas condiciones y te ahorrarás problemas.
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