Trata de recordar grandes marcas, nacionales o extranjeras, de cualquier sector. Con cuatro o cinco vale. Apúntalas y trata de escribir lo que sepas de ellas: su nacionalidad, sus productos, sus fundadores o cabezas visibles, sus cualidades… en fin cualquier cosa que recuerdes y te llame la atención. Juraría que hay un dato que no aparece en tus notas.
Sí, estoy seguro que no recuerdas su forma jurídica.
Porque ninguna de estas grandes empresas menciona en sus mensajes su forma jurídica.
Porque lo que pretenden transmitir son sus valores y los beneficios que ofrecen sus productos y no la forma jurídica de la empresa, ya sea una sociedad anónima, limitada o cualquier otra.
Sin embargo, muchas pequeñas y medianas empresas confunden su forma jurídica con su denominación de marca y la incorporan a todos sus materiales de comunicación, desde la tarjeta a la web.
Quizá alguna lo haga para aportar seriedad a su imagen, pero lo que hace en realidad es quitar valor a su propia marca, algo muy malo para el negocio.
Por eso, haz como las grandes empresas, potencia tu marca, úsala siempre para comunicarte, cuídala y reserva la forma jurídica de tu empresa para asuntos legales, que para eso está.
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