La innovación abre nuevos caminos para el conocimiento pero también para los negocios y este proyecto lo demuestra.
Todo empezó con un un espectrómetro diseñado y construido por el Centro de Investigación Espacial para la investigación astronómica.
Que más tarde fue adaptado por investigadores de la Universidad de Leicester para detectar medicinas falsificadas.
Ahora científicos de la misma universidad, junto a expertos de la expertos de la Universidad De Montfort, trabajan para adaptar la misma tecnología para conseguir un detector portátil que permita saber si un vino o un whisky es auténtico o falsificado, sin abrir la botella.
Si lo consiguen, ya están pensando en aplicar la misma tecnología en los sistemas de seguridad de los aeropuertos.
Fuente y foto: Universidad de Leicester.
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