Todos solemos compartir nuestras opiniones sobre diferentes productos, pero este simple hecho hace que esa opinión cambie ligeramente y que a veces nos gusten más y otras menos. Por eso, a veces lo mejor es no hablar.
Según un reciente estudio, explicar a otras personas que un producto práctico y útil, como por ejemplo una memoria USB, nos encanta porque en ella nos cabe todo lo que necesitamos guardar, hace que nos guste más.
Pero si tuviéramos una opinión negativa sobre la misma memoria USB y se la explicáramos a otras personas, la detestaríamos aún más.
En cambio si se trata de otro tipo de productos que no son prácticos sino que están destinados a despertar sensaciones o emociones, las reacciones son diferentes.
Si le cuento a alguien por qué un chocolate me resulta delicioso, el solo hecho de compartir mi experiencia hará que me guste menos.
Y si no me ha gustado y se lo explico a otra persona, me disgustará menos.
En pocas palabras, a veces es mejor no hablar de ciertas cosas, explica Sarah G. Moore, autora del estudio.
Habrá que tener en cuenta estos hallazgos antes de programar nuestras acciones de marketing en las redes sociales.
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