Si tú nunca fuiste como aquel señor que decía representarte y se creía el el Messi de los negocios.
Ni tampoco tuviste la chulería de Cristiano Ronaldo, como aquel empresario genial que hoy rescatan con tu dinero.
Ni fuiste dando lecciones de buen hacer, como hace algún entrenador en rueda de prensa y como hacía aquel lobo que pusieron a guardar el gallinero.
Si tú solo trabajaste para hacer realidad un sueño.
Para dar una buena vida a tu familia y a tus colaboradores.
Si arriesgaste lo que tenías y mucha veces lo que no tenías.
Y llevas tiempo desvelado por las preocupaciones.
A ti hoy queremos recordarte, que trabajando juntos, honestamente y dejando a un lado a esos que se creían unos cracks, podemos rescatar la esperanza y la confianza.
¡Felices fiestas!
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