Miles de estadounidenses forman parte de Slow Money o dinero lento, un movimiento compuesto por una red de inversores, donantes y agricultores que pretende cambiar el rumbo de la economía.
Inspirado en el libro homónimo, que propone invertir como si la comida, las granjas y la fertilidad importaran, Slow Money pretende reunir a la gente para discutir sobre el dinero que se mueve demasiado rápido, sobre las finanzas que están desconectadas de la gente y sobre cómo podemos comenzar arreglar nuestra economía desde abajo… empezando por la comida.
Algunas de sus propuestas son invertir cerca de donde vivimos, que las empresas entreguen a la sociedad la mitad de lo que ganan y hacer que el dinero se mueva más lentamente.
Inversiones en 170 pymes
En los últimos dos años, Slow Money ha conseguido inversiones que superan los veinte millones de dólares -más de quince millones de euros- en 170 pequeñas empresas alimentarias de los Estados Unidos.
Y ha lanzado a su primer proyecto internacional, con un préstamo de 20.000 dólares -unos 15.000€- para una vaquería que emplea energía solar en Suiza.
Slow Money Francia se encuentra en las primeras etapas de organización y hay interesados en hacer los mismo en Canadá, Australia y Japón.
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