Un rey que no abdica ni tiene herederos

Rey león

En 1996 Bill Gates lo coronó y hasta el momento nadie le ha disputado el trono ni se le conocen herederos, sin embargo la mayoría ni siquiera lo tiene en cuenta.

¿Sabes de quién hablo?

El contenido es el rey

Me refiero al contenido o para usar la denominación de toda la vida, la información.

Información o contenido en forma de textos, fotos o imágenes de cualquier tipo, vídeos, audios, presentaciones, etc.

En 1996 Bill Gates, el fundador de Microsoft, escribió el contenido es el rey y explicó que en Internet el significado de contenido es muy amplio y que incluye hasta el software y que hay

amplias oportunidades para la mayoría de las empresas (que) incluyen el suministro de información o entretenimiento. Ninguna empresa es demasiado pequeña para participar.

Y siguió diciendo:

Una de las cosas interesantes acerca de Internet es que cualquier persona con un PC y un módem puede publicar cualquier contenido que pueda crear. En cierto sentido, Internet es el equivalente multimedia de la fotocopiadora. Esto permite que el material pueda ser duplicado a bajo costo, sin importar el tamaño de la audiencia.

Internet también permite que la información se distribuya en todo el mundo, básicamente con un coste cero para el editor. Las oportunidades son notables, y muchas empresas están creando sus planes para crear contenido para Internet.

Desde que Gates escribiera estas líneas han pasado nada menos que 18 años, una eternidad para Internet, sin embargo hasta ahora nadie ha cuestionado la afirmación fundamental contenida en su artículo: el contenido es el rey.

De hecho, todos los expertos en Internet siguen afirmando que el contenido es el rey.

Pero se transforma en un incordio

Muchas empresas al crear sus webs piensan en la estructura y el diseño y se preocupan muy poco por los contenidos. De hecho, la mayoría de los profesionales y empresas que ofrecen diseño web, se limitan a ello, al diseño y piden a sus clientes que les entreguen los contenidos.

Así un comercial, un ingeniero o incluso el personal administrativo acaba ocupándose de los contenidos.

Así, el contenido, que debiera ser el el rey, se convierte en un incordio. En una tarea que hay que sacarse de encima como buenamente se pueda.

Y no cumple su objetivo fundamental: atraer a los usuarios para convertirlos en clientes.

Ni atrae a los buscadores ni facilita el posicionamiento web

Por eso, conviene dejarlo en manos de quien sabe producirlo, porque el contenido sigue siendo el rey y, hoy por hoy, nadie le ha disputado el trono ni se le conocen herederos.

Foto: Tambako The Jaguar/creative Commons.

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