Si has comprado alguna vez un mueble de Ikea, sabes muy bien lo que venden: productos sin montar que requieren que trabajes mucho, siguiendo unas instrucciones sin palabras. Pero si tienes paciencia y algo de habilidad, consigues un mueble totalmente terminado… y pagado.
Puede que antes de terminar tu mueble pierdas la paciencia o que a medio camino, tengas que desarmar lo ya montado porque no conseguiste comprender las instrucciones, pero si perseveras, obtendrás exactamente aquello por lo que has pagado, sin que te falte o te sobre una sola pieza.