Es el tiempo que pasa desde que un visitante llega a un sitio web hasta que puede visualizarlo. Es muy importante porque cada vez tenemos menos paciencia, sobre todo cuando navegamos con el teléfono, y si una web tarda en cargarse, nos vamos.
Datos para darte una idea de la importancia de la velocidad de carga: Amazon ha comprobado que por cada décima de segundo que aumenta el tiempo de carga de su web, sus ingresos disminuyen un 1%.
Hace ya años el gigante del comercio electrónico estimó que si su web tuviera un retraso de solo un segundo podría perder 1.600 millones de dólares por año.
Además, la velocidad de carga es un de los factores que Google tiene muy en cuenta para el posicionamiento web.
La velocidad de carga de una web depende de diversos factores, entre ellos, de cómo esté hecha —la calidad es fundamental— y del alojamiento web.
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