La situación económica que vivimos -llámese crisis, recesión o mero desastre- hace que todos miremos mucho más nuestros gastos y ésto favorece a algunas pequeñas y medianas empresas (pymes).
Lo que nos ha sucedido esta mañana es un buen ejemplo. La batería de uno de nuestros coches se agotó. Quizá en otro momento hubiéramos acudido al concesionario oficial para que la reemplazaran y de paso se ocuparan de algunos de esos detalles que siempre dejas pendientes para cuando tengas que ir al taller.
Pero estamos en crisis, y además de puente, así que antes que nada llamamos al concesionario para ver si nos podía resolver el problema y a qué precio.
Dos veces tuvimos que llamar al concesionario Mercedes para obtener la respuesta que buscábamos. Y nos dijeron que si no se presentaban más problemas que la batería, probablemente lo podrían solucionar …por 300 euros.
Sabiendo que una buena batería es una buena batería, porque se trata de un elemento sin más complicaciones, llamamos al taller de toda la vida:
-Sin problemas, Jorge -me dijo Narciso- ¿quieres que te mande a mi cuñado para que te lo arranque y traéis el coche para acá?
Narciso me arregló el coche, me dio garantía por dos años y me cobró la tercera parte.
Está claro que no soy el único que actúa así. La revista Business Week publica un artículo titulado Para algunas pequeñas empresas, la recesión es una buena noticia. Y destaca entre ellas a los talleres mecánicos y otros servicios de reparaciones.
Según Business Week también prosperan las pymes dedicadas a cajas fuertes -gracias a la confianza que generan los bancos-, casas de empeño y agencias de detectives.
A ello nosotros agregamos a los que hacemos webs que realmente venden, porque cada vez más pymes se dan cuentan que para salir de la crisis necesitan vender por Internet.
¿Te gusta este artículo?
Entonces suscríbete a nuestro boletín y recibirás gratis información premium para tu negocio y ofertas exclusivas.