Se trata de un caso único en el mundo: una empresa de alimentación dedicada completamente a programas humanitarios de lucha contra el hambre. Y no es un proyecto bien intencionado que no se sabe cuánto va a durar, porque fue fundada en 1986.
Es francesa, se llama Nutriset y todos sus productos están destinados a los más pobres del Tercer Mundo.
Su estrella es Plumpy’nut (foto) unas barritas de cacahuetes que se consumen sin necesidad de agregarles nada, ni siquiera agua, lo que elimina la visita a cualquier centro de salud, ya que pueden comerse en casa. Además son baratas, les encantan a los niños y, sobre todo, son la mejor arma para lucha contra el hambre.
Además, pueden producirse en los mismos países afectados por la hambruna, creando empleos y eliminando los costes del transporte.
Plumpy’nut fue usado por primera vez en Darfour para alimentar a 30.000 niños, reduciendo a la mitad las tasas de desnutrición.
Lo que demuestra que las ideas innovadoras y sencillas pueden solucionar enormes problemas.
¿Te gusta este artículo?
Entonces suscríbete a nuestro boletín y recibirás gratis información premium para tu negocio y ofertas exclusivas.