Muchos de nosotros usamos los productos o servicios de nuestra propia empresa para demostrar a los demás que realmente creemos que son los mejores y también para probarlos y mejorarlos. Sin embargo, nuestra experiencia con nuestros propios productos es diferente de la experiencia del cliente.
Lo explica muy bien Rohit Bhargava: no es lo mismo la experiencia del ejecutivo de una empresa automovilísitica que conduce un coche de su marca que la del cliente, porque el ejecutivo no tomó la decisión de compra comparando el vehículo con otros similares.
No tienen la misma experiencia el ejecutivo y el cliente, porque el cliente estudió antes el vehículo con información que obtuvo en la web, en concesionarios y con amigos y el ejecutivo no.
Tampoco el ejecutivo tuvo que sacrificar nada para financiar el coche.
Por eso, es importante que no sólo usemos nuestros productos, sino que realicemos el proceso completo de compra.
Así conseguiremos eliminar errores y entender mucho mejor lo que necesita el cliente.
¿Te gusta este artículo?
Entonces suscríbete a nuestro boletín y recibirás gratis información premium para tu negocio y ofertas exclusivas.