Las promociones pueden ayudarte a captar nuevos clientes y a incrementar las ventas, pero atención no todo vale.
A veces las promociones demasiado exitosas pueden volverse en tu contra.
En otras ocasiones, se han convertido en noticia promociones ilegales, que van en contra de los derechos de las personas y que acaban con la intervención de las fuerzas del orden, como la que hace unos días se proponía atraer público subastando una chica.
Pero en otros casos, el fracaso de la promoción se debe a la elección de un producto de baja calidad e inseguro.
Un buen ejemplo es lo que está sucediendo con la bicicleta de La Razón, que se anuncia como la que todo el mundo quiere.
Internet está lleno de quejas y protestas de todo tipo debido a la mala calidad y a los problemas de inseguridad e incluso de salud que estas bicicletas están provocando.
Hasta se han creado grupos de protesta en Facebook.
Y a todo esto, La Razón, lejos de afrontar el problema, da la callada por respuesta.
No cometas el mismo error.
Si te decides a lanzar una promoción, estúdiala antes detenidamente.
Asegúrate no solo de cumplir con la normativa vigente, sino de ofrecer una experiencia positiva, placentera, que haga que la gente recuerde a tu marca con una sonrisa.
Se trata de ganar amigos, no enemigos.
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