Sucede con frecuencia: navegas por Internet, llegas a una web, te interesa lo que te ofrecen, quieres ponerte en contacto con la empresa, pero no encuentras cómo hacerlo.
Lo he visto en webs hechas en Flash, en las que solo al llegar al final de una película aparecía un teléfono.
Y en otros muchos casos en los que era imposible comunicarse a través del correo electrónico, para no hablar de redes sociales.
Se trata de errores muy graves que impiden a la web de una empresa cumplir con uno de sus principales objetivos: permitir que nuevos clientes soliciten información, productos y servicios.
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