Hacer la vida más fácil a la gente puede ser un buen negocio. Así lo entienden Katrina Carroll-Foster y Tracey Solomon (en la foto), dos emprendedoras con gran experiencia en el mundo empresarial, que han dado con una brillante idea que posibilita que sus ventas se dupliquen cada mes.
Katrina y Tracey saben por experiencia propia los problemas prácticos a los que se enfrenta una mujer trabajadora.
Uno de ellos son las medias o pantys que deben reemplazar con frecuencia. Para ello deben disponer de un tiempo precioso para ir a comprarlas, pero a menudo no encuentran las que buscan porque la tienda o gran almacén no dispone de su talla o de su marca o color preferidos.
Decididas a crear su propia empresa después de trabajar durante años para grandes compañías, Katrina y Tracey crearon un solución para que las mujeres trabajadoras pudieran contar siempre con sus medias o pantys preferidas sin perder tiempo: las compras por suscripción.
Las compras por suscripción
En Hoseanna, que así se llama la tienda on line creada por estas emprendedoras en agosto de 2010, los clientes o mejor dicho clientas porque se dirige fundamentalmente al público femenino pueden hacer una compra normal como en cualquier otro sitio de comercio electrónico o pueden ordenar que se les envíe el mismo producto cada dos o tres meses. En este último caso, la clienta recibe un correo electrónico diez días antes del envío para que pueda cancelarlo sin cargo.
Así, se asegura gratuitamente poder contar siempre con un reemplazo de su producto preferido.
Hoseanna empezó con las ventas privadas de medias y pantys, pero a partir de agosto de 2011 comenzó a agregar otros productos que su clientas necesitan comprar periódicamente como pasta de dientes, tampones, desodorantes, cremas, jabones, productos para depilación, condones…
Esto le está permitiendo duplicar cada mes sus ventas.
Tracey y Katrina lo tienen claro: lo suyo no es la moda o el lujo, sino el lujo de permitir a las mujeres recuperar cinco minutos de su tiempo cada día.
Compras por suscripción en otros sectores
La idea parece brillante y podría aplicarse a muchos otros productos de uso constante.
Por ejemplo, yo hace tiempo que compro la comida de mi perro por Internet, sin embargo cada mes debo tomarme el trabajo de hacer el mismo pedido. Si pudiera hacer la compra por suscripción, yo estaría encantado porque me sacaría una preocupación de encima y mi proveedor se aseguraría las ventas.
Lo mismo me valdría para el papel higiénico o para el aceite de cocina, por hablar de la casa, o para el papel y los cartuchos para la impresora de la oficina.
Vía Mashable
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