¿Por qué no producir lechugas y tomates en las grandes ciudades, donde está la mayorÃa de los consumidores? Hace un tiempo hablamos de pequeños huertos urbanos en viviendas, pero esto es otra cosa, huertos e invernaderos de altura. Porque en los tejados de muchos edificios urbanos, incluyendo los de muchas empresas, hay espacio suficiente para estos cultivos. Incluso los invernaderos podrÃan regarse con las aguas residuales tratadas y climatizados con el calor residual de los edificios.
Ningún producto podrÃa ser tan fresco y los trabajadores podrÃan cosechar sus tomates en la azotea antes de marcharse a casa.
¿Te parece una fantasÃa?
Pues en Alemania se están planteando muy seriamente esta innovación y no quieren limitarse a cultivar alimentos, sino que también están pensando en plantas de las que puedan extraerse componente medicinales.
¿Los beneficios?
- Reducción de la superficie necesaria para la agricultura.
- Reducción drástica de los gastos de transporte.
- Reducción de la contaminación producida por el transporte de los alimentos.
- Productos más frescos.
- La plantas absorberÃan el dióxido de carbono (CO2).
Se calcula que en Alemania hay 1.200 millones de metros cuadrados de cubiertas planas en edificios no residenciales que podrÃan cultivarse.
Estas plantas absorberÃan 28 millones de toneladas de CO2, nada menos que el 80% del CO2 que produce la poderosa industria alemana.
Por todo ello, los alemanes están trabajando en colaboración con una empresa estadounidense que ya ha desarrollado proyectos de este tipo en Nueva York, como el que ves en la foto.
El primer ensayo se hará en Duisburgo y para evitar sobrecargar a los edificios no usarán tierra, sino que harán cultivos hidropónicos en los que las plantas tomarán sus alimentos de una fina lámina de agua.
Fuente y foto: Fraunhofer.
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