Todo el mundo está enloquecido con Second Life, me decía hace años una amiga.
Y ante mi cara de incredulidad insistía: en mi empresa la gente está enganchadísima.
Lo cierto es que había gente que estaba encantada con ese universo virtual, pero era muy poca.
Sin embargo había empresas que hacían grandes inversiones en Second Life y hasta partidos políticos que hacían allí sus campañas electorales.
Pero ese frenesí se acabó y aunque Second Life existe, ha cumplido diez años y es rentable, la mayoría de la gente ni se acuerda de él y muchos de los más jóvenes ni siquiera lo han oído nombrar.
Entonces, ¿por qué acordarse hoy de Second Life?
Para recordar que también en Internet a veces lo que parece un fenómeno imparable no lo es. Por eso, conviene meditar muy seriamente antes decidir dedicar nuestros esfuerzos a productos servicios o medios que no conocemos bien.
Lo primero siempre es contar con un buen sitio web y tratar de formar una comunidad a su alrededor.
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