
Aquí mandan los bancos, piensan los ciudadanos españoles, pero lo mismo cree una parte importante de la opinión pública británica que habla ya de bancocracia. Y esta bancocracia, vela por lo intereses de los bancos y condena a la extinción a pymes y autónomos.
Más del 90% de las empresas españolas son pequeñas o medianas (pymes), un sector que juega un papel fundamental en el desarrollo económico y ofrece la mayoría puestos de trabajo. Sin embargo, apenas si recibe ayudas públicas.
Que las administraciones públicas españolas paguen sus facturas a tiempo equivaldría a una inyección económica de 9.300 millones de euros.