Para plantar cara a la crisis hace falta imaginación, innovación. Pero la innovación no siempre pasa por crear nuevos productos. En ocasiones, la innovación es crear nuevos y originales canales de venta, para vender más.
Dos empresas británicas, Rollasole y Afterheels, lo demuestran con hechos, solucionando un problema común en las discotecas de todo el mundo. Después de una noche de marcha, bailando con tacones, muchas mujeres se descalzan o sueñan con un calzado cómodo.
Rollasole y Afterheels decidieron atender a esa demanda a través del vending. Sí, decidieron usar las máquinas que habitualmente venden tabaco o preservativos para vender calzado cómodo para aliviar los pies de las marchosas. Y la idea fue un éxito: en una importante cadena de discotecas, las manoletinas se agotaron en minutos.
Las máquinas de vending cobran por el calzado cómodo 5,6€ y con él entregan una bolsa que sirve para guardar los zapatos de tacón.
La idea parece interesante para el sector del calzado español, que además de la crisis se enfrenta al escándalo de las alergias por dimetlfumarato. Habrá que ver si también distribuyen zapatos para mujer de tallas grandes.
Visto en El Confidencial.
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