Sí, todos queremos que nuestro negocio crezca y prospere, sin embargo hay gente que ha descubierto que la clave del éxito es mantenerse pequeño, sin tener el menor interés en crecer.
En Business Week cuentan la historia de Asafumi Yamashita, un japonés que defiende esta manera de ver las cosas y le va muy bien.
Yamashita vive y trabaja a 30 kilómetros de París.
Allí inicialmente se dedicó a los bonsais. Su negocio consistía en vender, pero también en alquilar esas minúsculas plantas.
Hasta que uno de sus clientes, le propuso que produjera hortalizas japonesas.
La idea resultó tan buena, que desde hace años Yamashita solo se dedica a estas verduras.
Tiene solo siete clientes: seis restaurantes franceses con estrellas Michelin y un restaurante japonés.
Y aunque tiene a algunos de los mejores restaurantes franceses en su lista de espera, Asafumi Yamashita no quiere que su negocio crezca.
Ni piensa contratar a ningún empleado.
Seguirá trabajando solamente con su mujer, porque le va estupendamente así, ya que los mejores chefs se pelean por sus productos.
Y aunque su caso es especialmente llamativo, no es único.
En todo el mundo existen microempresas dedicadas a producir productos y servicios muy selectos, a menudo artesanales, que han descubierto que la clave de su éxito es mantenerse pequeños, diferenciarse y ofrecer la mejor calidad.
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