El 98% de los productos ofrecidos como verdes o ecológicos en los supermercados de los Estados Unidos emplean argumentos falsos o confusos. A tal punto llega la cosa, que engañan a los propios expertos.
Le sucedió a Scot Case, de la consultora medioambiental TerraChoice, que declaró ante la Cámara de Representantes:
Mi nevera consume el doble de la energía anunciada.
En España, sucede algo similar: nos ofrecen coches ecológicos, energía verde y hasta quesos saludables para el Amazonas. Por eso, se ha puesto en marcha un Código de Autorregulación para el uso de argumentos ambientales en la publicidad, que ya han firmado algunas grandes empresas del sector de la energía y del automóvil.
La medida parece interesante porque lo verde vende, pero es necesario que el consumidor pueda diferenciar los argumentos verdaderos de los falsos. De otro modo, el marketing ecológico perdería su valor.
Fuentes: El País y The Guardian.
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