Seguimos asombrados con las promociones de los restaurantes mexicanos. Ayer hablamos de Texas Ribs, un tejano en México y hoy de Casa Sanchez, un mexicano en San Francisco.
En 1999, Casa Sanchez un restaurante familiar lanzó una promoción rompedora: todo el que se tatuara el logo de la casa comería gratis el resto de su vida.
Y aunque lo anunciaron en el propio restaurante, no esperaban que nadie se tatuara su logo.
Pero estaban equivocados y pronto tuvieron que poner un límite a la promoción.


